sábado, 8 de noviembre de 2014

Mi primera película


En los meses últimos del año 2010, un joven escritor inicia a plasmar en su libreta la historia que más adelante convertiría en su primer guión cinematográfico, cual llevaría a la pantalla en forma de cortometraje. Sus expectativas eran grandes, quería alcanzar el éxito en su joven carrera y lo único que veía en el horizonte era su trabajo realizado.
Meses le tomó concluir la parte literaria de su opera prima y las posibilidades de filmar la película se hacían cada vez mas  alcanzables, el dinero no era limitación, su única meta era realizar la obra que llevaría a un festival de cine celebrado el siguiente año.
Todo ocurría de manera orgánica y después de concluir con toda la logística del proyecto se embarcó en la captura de los actores que encarnarían los personajes de la trama. Todo cayó “como anillo al dedo” los aspirantes que evaluamos dieron la talla pero dos de ellos se quedaron con los papeles principales de la historia, cual relataría la vida de un sacerdote que no pudo vencer las tentaciones y cedió a los deseos de la carne con una monja de su congregación.
Con esa temática tan fuerte se haría imposible conseguir el templo que se necesitaba para rodar algunas escenas del cortometraje, pero aun así, las ansias de triunfo impulsaron al joven director a gestionar a todo costo una iglesia para filmar su película.
Después de varias llamadas y algunas manipulaciones, no consiguió una, sino dos iglesias para filmar su película, el traje de la monja lo confeccionó una modista esposa de un diacono y el sacerdote que prestó el templo, también prestó el misario que utilizaba para oficiar la misa y le facilitó las ostias, por cierto, sin consagrar para la escena de la comunión
Llegó el día del rodaje y todo salió según lo planeado, todas las escenas se rodaron satisfactoriamente incluyendo aquella donde el cura y la monja se entregaban a los deseos de la carne, pero sin dudas que la más impactante fue la escena donde el padre y la monja asesinaban al párroco de la iglesia y luego se suicidaban.
Todo salió según lo planeado y después de editar  el cortometraje lo envió al referido festival que tanto anhelaba ganar, sus esperanzas estaba n puestas en ese trabajo pero la fortuna no le sonrió en el concurso, no conquistó el éxito que deseaba pero si aprendió una gran lección, todo pasa en el momento justo.
Después de varios meses eliminó todas las copias del material excepto una que atesora en su habitación y el video que había colgado al internet lo borró para sentirse menos miserable por lo que hizo, no el cortometraje, sino todas las patrañas que se inventó para manipular a todo mundo y conseguir lo que quería, filmar su cortometraje seducción mortal.




                                                                                                                 Por Querlin C. Moronta


 
 

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