Este espectáculo que reúne a toda la familia, es la plataforma que aprovechan para darse a conocer artistas, trabajadores culturales, gente con dotes de actuación y por supuesto locutores y animadores que quieren utilizar este escenario para expresar su talento. Rosa Vargas, con una edad de 24 años, de tés mulata y unos ojos negros como la noche, se pasó todo el año 2011 estudiando locución y ensayando para el gran día, “el carnaval popular de Haina”.
Después de asistir
a todas las reuniones “cansonas” del comité de carnaval, la profesional de la
palabra, entendía que ya estaba preparada para ser una de las presentadoras
oficiales de la gran fiesta de la calle. Se comunicó con algunas tiendas de
ropas para mujeres, las que patrocinaron su vestuario, el cual era una tierna presentación
del personaje: Mi Bella Genio.
Era un domingo
soleado, el desfile estaba pautado para iniciar a las 2:00 de la tarde y todos
los parroquianos empezaban a abarrotar la calle principal del pueblo que estaba
cerrada, pues serviría como escenario para la presentación de los grupos artísticos
y las comparsas.
La llegada a la
tarina de “mi bella genio” fue todo un show, pasaban las 3:00 de la tarde
aunque el coordinador de la animación le había dicho que tenía que estar a la
1:45. Los padres de rosa estaban contestos y orgullosos de su hija y ella solo decía:
“me la voy a comer…”
Los demás comunicadores
miraban a la chica, con sus atuendos de bailarina de la danza del vientre, con
pena; pero ella regía e imponente, solo pensaba en el momento en el que le
encendieran el arma más poderosa para crear o destruir, “el micrófono”.
Las primeras
comparsas empezaron a llegar a las 3:20 de la tarde, rosa no sabía la sorpresa
que le tenía el coordinador de talentos, este le preguntó que por qué llegó tan
tarde y ella con tanta seguridad contestó: “Soy una profesional de la comunicación
y sé que todos los eventos siempre empiezan una o dos horas más tarde, así que
esto no me tomaría por sorpresa”.
Santiago Báez,
coordinador del evento, tomó a la presentadora con gestos de caballero y le
dijo “pues te tengo una sorpresa, hoy no podrás presentar esta actividad,
gracias por venir, cuando seas más humilde entonces sorprenderás tú al publico”.
Por Miguel Feliciano
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