El cine
dominicano sigue cosechando éxitos taquilleros, ascendiendo a un sitial que hace
de la industria cinematográfica una buena alternativa de negocios para los
productores y directores del país.
Con el
estimulo fiscal que hace el Estado a través de la Dirección General de Cine,
DGCINE, el séptimo arte se ha desarrollado de manera significativa con la realización
de películas dominicanas.
Sin embargo
esta ley es utilizada únicamente para favorecer a un sector en particular y no
como un estimulo a la industria de manera general como contempla dicha ley donde
todos los dominicanos dedicados al negocio de la gran pantalla.
El director
cinematográfico y presidente de la Asociación Dominicana de Cine, ADOCINE,
Alfonso Rodríguez, destacó que año el 2013 el Estado proporcionó 477 millones de pesos para la realización de
14 películas.
Personas entrevistadas
aseguran que la industria cinematográfica está viciada por los grupos de poder
que son los únicos beneficiados de las exoneraciones impositivas y las mismas
no llegan a los jóvenes directores que no pertenecen al grupito.
Aunque directores
dominicanos afirman que el cine es una industria que proporciona cientos empleos
sus acciones se contradicen cuando son escépticos respecto a la participación
de los guionistas como columna esencial en un film.
Jóvenes entrevistados
en la universidad dominicana O&M
manifestaron que circunscribir una industria cinematográfica al género
de la comedia es un indicativo de las limitaciones creativas y técnicas que
adolecen los realizares y llamaron la atención a la DEGCINE para que sea mas democrática con los recursos del Estado que manejan.
Por Querlin C. Moronta
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